A nivel mundial, el COVID-19 causó impactos negativos en la sociedad, en la economía y en la salud física y mental de la población, además de generar crisis en la mayoría de países. Por otro lado, la investigación sobre los tratamientos para la enfermedad, principalmente en la elaboración y producción de vacunas, han venido demostrando ser seguras, eficaces y con pocos efectos adversos registrados frente al COVID-19. Actualmente se dispone de vacunas que pueden ayudar a conseguir la inmunidad de la población, sin embargo; es muy importante que las vacunas no solo estén disponibles sino también que la población acepte vacunarse.
Durante la pandemia en Perú, debido a la falta de materiales de bioseguridad y al hacinamiento, se reportó una alta mortalidad en el personal de salud quienes fueron considerados el primer grupo con prioridad para ser vacunados a nivel nacional con la vacuna BBIBP-CorV contra COVID-19 del laboratorio Sinopharm (virus inactivado), el cual cuenta con una eficacia del 86%. El personal de salud de Perú recibió la primera dosis de vacuna contra la COVID-19, Sinopharm en febrero y, la segunda dosis en marzo del 2021. Sin embargo, ante la duda que ésta vacuna BBIBP-CorV/Sinopharm produjera o no respuesta inmunológica suficiente y, a fin de mejorar esta respuesta en la población peruana, las autoridades sanitarias implementaron una tercera dosis de refuerzo con la vacuna Pfizer/ BioNTech.
En primera instancia las autoridades sanitarias consideraron como prioridad asegurar la eficacia de la vacunación como una medida preventiva importante para disminuir los contagios de COVID-19. En segunda instancia, las autoridades consideraron necesario conocer las respuestas inmunológicas del personal de salud posterior a la vacunación. Un estudio realizado en 97 trabajadores de salud del Hospital Hipólito Unanue y del Hospital Carlos Lanfranco La Hoz que recibieron las dos dosis de vacuna Sinopharm, evidenció que todos los participantes presentaron un aumento de anticuerpos del virus SARS-CoV-2 con lo cual se concluye que la vacuna brindó una adecuada protección al personal de salud vacunado con la vacuna BBIBP-CorV/Sinopharm. Adicionalmente, se observó que en el personal vacunado y que se enfermó de COVID-19 anteriormente presentó una mayor cantidad de anticuerpos, asociándose a una mayor respuesta inmunológica en comparación con los presentados en el personal vacunado y sin antecedentes de haber padecido COVID-19.
Las autoridades y expertos en salud de Perú decidieron aplicar la dosis de refuerzo (tercera dosis) en el personal de salud especialmente en los trabajadores de primera línea, con una tercera dosis de la vacuna de Pfizer/ BioNTech, a fin de mejorar aún más la respuesta inmune del personal de salud. Ambas vacunas BBIBP-CorV/Sinopharm y Pfizer/ BioNTech han demostrado ser seguras, eficaces y con frecuencia muy baja de efectos adversos frente al COVID-19.
Existe resistencia y rechazo en algunos sectores rurales de la población peruana para aceptar la vacuna Sinopharm; sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que la vacuna Sinopharm es de gran utilidad, de acuerdo a lo recomendado por instituciones reguladoras de salud y por la Organización Mundial de la Salud. Es importante continuar con mayores estudios relacionados a la respuesta inmunológica de las vacunas COVID-19 en el personal sanitario de nuestro país.
Evaluación de la respuesta humoral inducida por la vacuna BBIBP-CorV mediante la determinación de anticuerpos neutralizantes en personal sanitario peruano.
Disponible en: https://rpmesp.ins.gob.pe/index.php/rpmesp/article/view/9244
