Mutación y diversidad genética, una bomba de tiempo

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La vida en cualquiera de sus formas y tamaños sufre diferentes cambios en su ciclo biológico, algunos en forma natural y otros a través de adaptabilidad, sin embargo, también están los cambios que se dan a través de la mutación genética, que a nivel microscópico es más evidente, aunque esto no significa que no sucedan en organismos más complejos como el ser humano, las mutaciones genéticas pueden llegar a producir células que alteran su ciclo y por lo general se vuelven malignas.

Las mutaciones forman parte de la biodiversidad y en el mundo de la ciencia son estudiados porque esto permite prepararse para posibles problemas sanitarios, dado que en no pocos casos estas alteraciones hacen que algunos microorganismos se vuelvan resistentes al tratamiento como es el caso de las bacterias y los antibióticos, estas mutaciones están logrando que exista una resistencia antimicrobiana lo cual pone en alerta a los sistemas de salud porque de no controlarse podrían desencadenar una serie de enfermedades que sean muy difíciles de tratar.

Pero también están las mutaciones en virus, como es el caso del COVID-19, que desde su aparición en el 2019 en Wuhan ha ido mutando, generando nuevas cepas que causan reinfecciones y en algunos casos la muerte de miles de pacientes.

Pero como mencionamos estas mutaciones no se limitan a virus y bacterias, también organismos pluricelulares pueden sufrir algunas alteraciones genéticas que pueden hacerlos más resistentes, como es el caso de los insectos, algunos de ellos son vectores que transmiten enfermedades como el Dengue que es transmitida por el mosquito Aedes aegypti, una epidemia que sigue asolando a varios países en todo el mundo y principalmente en lugares con alta humedad como las regiones de la selva aunque no limitándose a esta.

Una forma de controlar a estos vectores es utilizando insecticidas, pero su uso no controlado a veces tiene como resultado que muchos de los mosquitos sobrevivientes desarrollen una resistencia a los insecticidas, esto causa una propagación resistente de estos mosquitos vectores y finalmente un aumento de casos de enfermedades como el Dengue.

Un estudio realizado en el eje transfronterizo central-alto Paraná en Paraguay, donde se analizaron aproximadamente 2000 huevos de Aedes aegypti, revelaron que efectivamente existe una diversidad genética clara en diferentes regiones. Estos resultados son importantes porque como se mencionó esta diversidad producto de diferentes factores naturales, ambientales e incluso con la intervención humana por el uso de insecticidas puede lograr que una variación sea resistente y se propague con mayor facilidad y termine por causar una epidemia difícil de controlar de Dengue.

Es importante tener estos conceptos bien claros, para promover políticas de control de vectores como la supervisión de zonas donde se almacena el agua, lugares tropicales o regiones cercanas a ríos o lagos que podrían tener un ambiente ideal para la reproducción de este mosquito, el control no responde a usar insecticidas de manera desproporcionada si no a realizar un análisis de cada situación y ejecutar medidas de prevención que se adapten a cada realidad y así poder controlar a los mosquitos sin que esto resulte en la generación de mosquitos más resistentes a los insecticidas.

Diversidad genética de Aedes aegypti en el eje transfronterizo Central-Alto Paraná en Paraguay. Disponible en: https://scielosp.org/article/rpmesp/2022.v39n2/170-177/es/

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