La pandemia del COVID-19 desde que apareció no sólo viene cobrando miles, sino millones de vidas en todo el mundo, aunque ya se cuenta con diversas vacunas efectivas que están salvando miles de vidas, todavía no podemos cantar victoria porque sigue habiendo países enteros cuya mayoría poblacional aún no ha sido vacunada con ninguna dosis. A pesar de todo aún se reportan algunos casos de pacientes en estado de gravedad, prioritariamente población no vacunada.
Como ya demostró la evidencia uno de los órganos más afectados por esta enfermedad son los pulmones, un proceso inflamatorio daña los tejidos provocando su disfunción cuya consecuencia es una baja saturación que en los casos más graves causan la muerte.
Frente a esto existe una herramienta de diagnóstico que permite tomar decisiones más oportunas o para evaluar el estado de los pulmones de los pacientes; nos referimos a la tomografía computarizada (TC), que es una tecnología que permite mostrar imágenes de nuestros órganos internos con una calidad de imagen clara cuyo uso puede incluso ayudar a salvar vidas y prevenir la muerte para diversas patologías, o para su tratamiento.
La TC permitió realizar una serie de investigaciones en la evaluación de las imágenes pulmonares para poder evaluar a pacientes contagiados con COVID-19, dado que diversos patrones pulmonares permitían tomar decisiones como reposo con oxígeno o incluso que se pueda hospitalizar al paciente en forma temprana para tratarlo o ingresarlo a la unidad de cuidados intensivos (UCI) para salvarle la vida.
De esta manera y con el uso de esta herramienta, investigadores peruanos realizaron diversos hallazgos tomográficos relacionados con el COVID-19, entre los que destacan opacidad en vidrio esmerilado que es cuando el parénquima del pulmón presenta una mayor densidad de lo normal, consolidaciones pulmonares que es cuando la imagen del pulmón borra los rastros de los vasos sanguíneos o las paredes pulmonares debido a un proceso inflamatorio o incluso tumoral, entre otros hallazgos que se relacionaron con la severidad clínica.
Estos hallazgos permiten hoy en día tomar mejores decisiones al encontrar patrones pulmonares específicos gracias a la TC, además de evaluar la extensión del daño lo que permite actuar de manera temprana salvando muchas vidas gracias a estas nuevas evidencias, lo que permiten mejorar la atención sanitaria.
Aunque este tipo de tecnología podría parecer costoso, lo cierto es que la TC no solo permite ayudar permitiendo un diagnóstico más acertado o para la toma de decisiones frente al COVID-19, si no para múltiples enfermedades que viene cobrando la vida de miles de pacientes mucho antes de la llegada de la pandemia.
Es importante que todo establecimiento de salud cuente con un equipo para el diagnóstico por imágenes como son las TC, dado que esta inversión puede no solo permitir tomar decisiones tempranas para el COVID-19 si no también permitirá prevenir la muerte por otras enfermedades como el Cáncer, al encontrar tumores en forma temprana o en sus primeras fases, enfermedades que, al ser diagnosticadas a tiempo, el médico puede actuar en forma oportuna y salvar la vida del paciente.
