Uno de los principales problemas de salud pública al que se enfrenta la sociedad es el tabaquismo, el cual es responsable de más de 8 millones de muertes al año, figurando dentro de los primeros puestos en causas de muerte alrededor del mundo. En la actualidad, las campañas de activismo e información han permitido iniciar un proceso de reducción de la población fumadora; sin embargo, esto no sucede de manera uniforme ni equitativa entre las diferentes edades y géneros.
Al ser una conducta de riesgo, el consumo o la exposición al tabaco (tabaquismo activo o pasivo) puede ser muy peligroso durante la etapa de la adolescencia si analizamos las numerosas consecuencias negativas que recaerían sobre esta población ya que podría afectar el desarrollo normal del cuerpo y mente del ser humano. Al respecto, la bibliografía indica que, en las Américas, el 12,5% de los adolescentes que nunca probaron tabaco se volvieron propensos al mal hábito.
En el Perú, al igual que diversos países de la región, se implementaron diversas normativas orientadas a disminuir el consumo y exposición al tabaco para el público en general. La normativa principal sobre esta temática es la Ley General para la Prevención y Control de los Riesgos del Consumo del Tabaco (Ley 28705, conocida como la ley antitabaco, promulgada en el 2006) y entre las principales restricciones encontramos: edad mínima de consumo de 18 años, consumo prohibido en lugares públicos, espacios dedicados a la edad o educación, espacios cerrados y transporte público.
Pocos años después, en el 2011, se promulga la Ley 29517 en concordancia con la ley anterior sobre prohibición del tabaco; aunque en esta ocasión la nueva ley posee un carácter más restrictivo con la finalidad de asegurar la reducción de los niveles de exposición al tabaquismo pasivo. La importancia de estas acciones permite generar condiciones de vida óptimos para los adolescentes, evitando que se expongan a factores de riesgo que puedan derivar en enfermedades en el futuro. Es importante recalcar que las políticas públicas de protección siempre deben ser reevaluadas y reforzadas, con la finalidad de asegurar el ciclo de calidad.
El estudio evaluó las tendencias de indicadores de tabaquismo en adolescentes peruanos entre 2007 y 2019 mediante la revisión de datos recolectados de tres encuestas a través de la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en Jóvenes (Global Youth Tobacco Survey 2007), considerando el tabaquismo activo y pasivo, dentro y fuera del hogar, de forma global y diaria. Los resultados indicaron que existen una tendencia marcada a la disminución de la mayoría de indicadores; la prevalencia de adolescentes con tabaquismo pasivo disminuyó de 24% (2007) a 13% (2014) a 10% (2019), mientras que el tabaquismo activo pasó de 17% (2007) a 8% (2014) a 5% (2019).
Las conclusiones del estudio nos confirman que la reducción de las tendencias de tabaquismo en adolescentes puede seguir este camino si se refuerzan las normativas y políticas contra el consumo de tabaco que ya existen, así como crear nuevas de ser necesario. Por otro lado, el tabaquismo fuera de casa es un problema notorio que debemos combatir desde la individualidad y de forma colectiva, pues las consecuencias del tabaquismo pasivo también son dañinas.
Prevalencia y tendencias de tabaquismo activo y pasivo en adolescentes peruanos.
Disponible en: https://rpmesp.ins.gob.pe/rpmesp/article/view/11233
