El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es un retro virus que ataca al sistema inmunitario causando la muerte de los glóbulos blancos encargados de la defensa de nuestros órganos y sistemas frente a múltiples patógenos como bacterias, hongos o parásitos, además de otros tipos de virus.
Esta enfermedad se transmite cuando hay un intercambio con la sangre de un paciente positivo para el VIH a través de una transfusión sanguínea o un intercambio de fluidos como ocurre en las relaciones sexuales sin protección.
Desde que apareció, esta enfermedad logró propagarse por todo el mundo y pasó a ser considerada una pandemia que afectó a millones de pacientes indistintamente de su raza o estrato social. Sin embargo, existen algunas minorías que fueron estigmatizadas debido a esta enfermedad como son los miembros de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGTBI).
Muchos pacientes de estas comunidades son víctimas de discriminación; sin embargo, algunos estudios revelan que entre toda la comunidad LGTBI son las mujeres transgénero (MT) las que en mayor proporción y en comparación con los otros grupos, son víctimas de violencia, crímenes de odio y diversos tipos de abuso.
Los pacientes MT en su mayoría no pueden acceder a todas las oportunidades como una educación superior e incluso en algunos casos es difícil conseguir un trabajo, por lo que optan por complementar sus ingresos ejerciendo la prostitución, lo que aumenta el riesgo de adquirir diferentes enfermedades de transmisión sexual.
Estas condiciones socio culturales también afectan su estilo de vida y algunos MT llegan a consumir diversos tipos de drogas que aumentan el riesgo de enfermedad.
Todos los factores mencionados hacen que esta población sea vulnerable no solo a la discriminación, violencia y abuso sino también a adquirir diferentes enfermedades entre las que se encuentra el VIH.
Una investigación reveló que la percepción de vulnerabilidad al VIH de los MT que participaron del estudio es alta, lo que revela la necesidad de no ignorar como sociedad a estas poblaciones vulnerables. Es importante brindar todas las facilidades para mejorar sus estilos de vida y cambiar sus comportamientos sexuales con un mejor acceso a los sistemas sanitarios y a una buena educación.
Jamás debemos olvidar que estas minorías también forman parte de nuestra sociedad y tienen derecho a tener una vida digna y disminuir los riesgos a las que en ocasiones se les obliga a vivir por su condición, debemos sumar esfuerzos para detener la discriminación y el abuso que hacen vulnerables a que adquieran diversas enfermedades como la Tuberculosis y el VIH, dado que a veces su propia condición hace que ellos renuncien a acceder a los servicios de salud, recordemos que la salud es un derecho de todos indistintamente de su raza, procedencia, religión u orientación sexual.
