Una publicación de la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública del Instituto Nacional de Salud (INS) señala la importancia del cuidado de la salud mental en adultos mayores pues más del 20% padece algún tipo de trastorno mental con variados grados de severidad.
Las cifras de la población de adultos mayores a nivel mundial y en nuestro país están aumentando a un ritmo acelerado por lo que se hace necesario tomar acciones para mejorar la condición de salud física y mental de la población que envejece.
Los adultos mayores están expuestos a factores biológicos, psicológicos y sociales que afectan su salud mental. Los problemas más frecuentes son trastornos neurocognitivos mayores que producen deterioro de la cognición y hacen más dependiente al paciente; trastornos afectivos: por falta de apoyo familiar, fallecimiento de seres queridos o situaciones como la jubilación; y desórdenes del sueño que alteran significativamente la calidad de vida de los adultos mayores.
La prevalencia de demencia antes de los 65 años es de entre 2 a 10%, pero se duplica cada 5 años después de los 65 años de edad. Un 2% de la población adulta mayor puede experimentar Trastorno Depresivo Mayor. Los síntomas incluyen persistentes sentimientos de tristeza, vacío emocional, desesperanza, apatía, insomnia o hipersomnia, retardo psicomotor, aislamiento social y disminución de funciones cognitivas. En el Trastorno Depresivo Persistente (distimia) o “depresión crónica” los síntomas pueden estar presentes por meses y años. Los ancianos con distimia son más propensos a cuadros de duelo prolongado, con sentimientos de culpa, desaliento, ideas de muerte o suicidio.
Mujeres de 60 años, o más, presentan un índice más alto de intentos suicidas que los hombres, pero la tasa de suicidios consumados es más alta entre los varones, llegando a ser hasta dos veces mayor que la de la población general.
Los problemas de salud mental muchas veces pasan desapercibidos, no son diagnosticados o son subtratados, por lo que la capacitación de los profesionales en esta área es indispensable para un manejo oportuno y eficiente. Es necesario, además, contar con políticas, estrategias y servicios especializados en salud mental para este grupo etario, de modo tal que su calidad de vida y la de sus familiares pueda ser preservada.
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