El regreso de un antibiótico (tóxico) en desuso

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Las bacterias son seres vivos que existen desde tiempos inmemoriales, muchas viven en el medio ambiente; y otras conviven en una simbiosis equilibrada con todos los seres vivos, como las bacterias que conforman la flora intestinal que permiten una nutrición adecuada e impiden el ingreso de bacterias extrañas.

Existen algunas bacterias parasitarias que causan daño al organismo produciendo infección e incluso la muerte de miles de seres vivos. Un 15 de septiembre de 1928, Alexander Fleming descubrió el primer antibiótico al que se le llamó Penicilina, dando inicio a la era antibiótica donde muchas enfermedades por fin tendrían un tratamiento.

Con el desarrollo de la investigación y mejora tecnológica, se elaboró nuevas generaciones de antibióticos para múltiples enfermedades causadas por diferentes tipos de bacterias, pero estos avances también permitieron descubrir algo impactante: las bacterias generaban resistencia a los antibióticos a los cuales antes eran susceptibles, por lo que era necesario utilizar dosis más concentradas de antibióticos y también actualizar las guías de tratamiento para utilizar nuevas generaciones de antibióticos y combatir las ahora llamadas bacterias resistentes.

Fue así que en 1949 se descubre la Colistina (Polimixina E), un antibiótico que es efectivo contra bacterias Gram-negativas como la Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y la Pseudomonas aeruginosa, algunas de las cuales ya habían generado resistencia para la mayoría de antibióticos de la época. Sin embargo, este antibiótico presenta múltiples efectos secundarios entre los que destacan daño al riñón (nefrotoxicidad) y daño al sistema nervioso (neurotoxicidad), por tener una ventana terapéutica muy corta.

En la década de los 80s la Colistina empezó a caer en desuso, en parte porque las nuevas generaciones de antibióticos todavía eran efectivas contra la mayoría de bacterias, limitándose su uso a casos aislados de resistencia bacteriana. También se empezó a utilizar como profiláctico o antibiótico de tratamiento para incentivar el crecimiento del ganado, en países como China donde la ganadería tenía un crecimiento sostenido.

En los últimos años bacterias como la Pseudomona aeruginosa generaron resistencia a prácticamente todos los antibióticos que existen actualmente, incluidos los de última generación, por lo que se tuvo que recurrir a un antibiótico que ya estaba en desuso, la Colistina, para tratar estas enfermedades causadas por las nuevas bacterias ultrarresistentes. Sin embargo, aún existe el problema de los efectos secundarios, motivo por el que estos antibióticos sólo debe ser administrados dentro de un ambiente hospitalario y con la supervisión constante de profesionales que verifican el estado de salud del paciente.

Es importante precisar que la necesidad de recurrir a la Colistina recae, primero, en el hecho de que las farmacéuticas no desarrollaron nuevos antibióticos en los últimos años, dado que se enfocaron en patologías crónicas; pero la aparición de estas bacterias ultrarresistentes requiere que los investigadores inicien una búsqueda de alternativas de tratamiento no solo por los efectos secundarios de la Colistina sino también por la creciente resistencia bacteriana.

Lo más alarmante es que múltiples estudios a nivel mundial están reportando casos de bacterias resistentes incluso a la Colistina, uno de ellos realizado en el Perú por la Tecnóloga Médica Marjhory Zarate y su equipo, que estudiaron 97 casos de Pseudomonas aeruginosa proveniente de tres establecimientos de salud de las cuales 7(7,2%) casos eran resistentes a la Colistina.

Aunque la Colistina sigue siendo efectiva para la mayoría de las bacterias ultrarresistentes Gram-negativas, el aumento de reportes de casos de bacterias resistentes a múltiples antibióticos incluida la Colistina debe alertar a todos los centros de investigación y farmacéuticas para que inicien el desarrollo de antibióticos que permitan el control y tratamiento de este tipo de bacterias con el uso de las nuevas tecnologías.

Finalmente, es importante precisar que el uso desmedido de antibióticos es la principal causa de la aparición de bacterias utrarresistentes, eso incluye el uso persistente en el ámbito veterinario y ganadero, es por eso que en el año 2016 China prohibió el uso de la Colistina como antibiótico profiláctico para promover el crecimiento del ganado, desarrollando alternativas como la limpieza y saneamiento mejorado de los criaderos, además de que los trabajadores deben cumplir roles estrictos de higiene, uso de protectores y cumplir horarios de trabajo con cuarentenas antes de ingresar a los criaderos.

Fuente: https://rpmesp.ins.gob.pe/rpmesp/article/view/6977

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