Al hablar de salud sexual y reproductiva la población la relaciona por lo general a la prevención de la concepción o a educar sobre el uso de preservativos o medidas anticonceptivas, pero en realidad este tema abarca un ámbito más amplio que no solo es evitar un embarazo no deseado, si no también salvar una vida.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no solo se limitan al VIH, aunque es una de las que puede finalizar en un desenlace fatal, también se puede hablar de otras patologías como la Clamidia, Herpes Genital, Gonorrea, Virus del Papiloma Humano (VPH), Ladillas, Sífilis, Tricomoniasis; enfermedades que pueden causar desde problemas de piel, problemas psiquiátricos por daño neuronal hasta Cáncer en ambos géneros.
Además se debe comprender que salud sexual y reproductiva abarca una estrecha relación con salud mental, es por eso que se recomienda recibir asesoría psicológica e incluso psiquiátrica en cualquiera de las etapas en la que se encuentre el ciudadano, ya sea solo por prevención o porque sufrió algún tipo de violencia incluida la sexual o psicológica, un aspecto importante que en ocasiones se le ha restado importancia llegando incluso a ignorar el problema lo que conlleva en algunos casos a desenlaces fatales.
Todo tipo de orientación es libre y gratuita para todos los ciudadanos, incluida la población migrante, este servicio siempre se realiza por profesionales de diferentes especialidades, como obstetricia, enfermería, psicología y medicina que de acuerdo con su expertise deben brindar todas las atenciones y recomendación necesaria al ciudadano para garantizar su salud sexual y reproductiva de forma gratuita.
Cuando este aspecto sanitario se descuida algunos indicadores suelen ser evidencia de una población con una mala salud sexual y reproductiva, como es el aumento de ETS o el embarazo adolescente; y esto a su vez suele estar relacionado con otras prácticas prohibidas en el país como el aborto que suelen practicarse en lugares clandestinos y en algunos casos puede culminar con la muerte de la paciente ya sea por hemorragias u otras complicaciones producto de esta práctica.
No podemos olvidar que la salud sexual y reproductiva no sólo se trata de prevenir embarazos, por el contrario, trata de incentivar a que el ciudadano tenga un embarazo responsable y saludable. En muchos casos la paciente gestante, sobre todo las más jóvenes, desconocen que pueden recibir orientación, monitoreo y tratamiento gratuito durante todo su periodo de gestación, para garantizar no solo un embarazo saludable si no el bienestar del feto y evitar que nazca con algunos problemas como anemia, sobrepeso u otras complicaciones que pueden ser atendidas con un monitoreo adecuado del embarazo.
Un estudio realizado en Lima sobre la percepción de mujeres migrantes sobre los servicios de salud sexual y reproductiva reveló que existe un verdadero desconocimiento sobre el acceso a estos beneficios, además reportó posibles casos de xenofobia; pero no sólo se limita a migrantes extranjeros sino también a pacientes de procedencia rural, el desconocimiento a estos beneficios hace que incluso sean víctimas de estafa y se les termine cobrando por servicios a los cuales tienen derecho libremente y sin tener que pagar nada.
La Norma técnica de salud de planificación familiar establece algunos lineamientos para la salud sexual y reproductiva, además de otras leyes y decretos en beneficio de toda la población, lamentablemente esta información no está al alcance de todos y por eso aún vemos que el ciudadano desconoce muchos aspectos relacionados con una buena salud sexual y reproductiva, una situación que podemos cambiar con una mejor orientación, difusión o comunicación social, para que todo ciudadano sepa que tiene derecho a estos servicios de forma libre y gratuita.
