El hantavirus es una enfermedad zoonótica(se transmite de animales a personas) transmitida por roedores (ratones y ratas), cuyos síntomas incluyen fiebre, dolores musculares y afecciones gastrointestinales, seguidas de un inicio repentino de dificultad para respirar e hipotensión(presión baja), que puede conducir a la muerte. Los humanos se contagian de hantavirus al visitar áreas rurales como bosques, campos, granjas donde se encuentren presentes excrementos de roedores. Este virus es responsable de la fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHRS) en Europa y Asia, y del síndrome pulmonar en las Américas. Se han identificado casos de hantavirus en 13 países: Canadá, Estados Unidos, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Uruguay, Panamá y Costa Rica.
Ante la gravedad de este problema de salud pública, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) está intensificando las medidas para detectar y controlar el síndrome pulmonar por hantavirus mediante una red de laboratorios especializados para el diagnóstico de la enfermedad, investigar la ecología del virus y mantener una vigilancia activa de los casos reportados. A la fecha no existe una vacuna eficaz, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda: implementar una gestión ambiental integrada a fin de reducir las poblaciones de roedores, e implementar medidas para prevenir la aparición de la enfermedad y reducir los factores de riesgo.
Entre las principales medidas de prevención recomendadas se encuentran: evitar la convivencia y contacto con roedores y con sus secreciones; usar calzado cerrado cuando se realizan actividades de trekking; tapar orificios en puertas, paredes y cañerías; humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo; ventilar los espacios cerrados; lavarse las manos; acampar lejos de maleza y basurales; usar trampas y/o veneno para capturar roedores.
Entre las recomendaciones para disminuir el riesgo personal de contagiarse con hantavirus se encuentra: realizar campañas para reducir la población de roedores; sellar orificios de las viviendas y evitar aparición de madriguera; evitar acumular alimentos, granos y basura cerca de las casas; usar medios de protección durante las labores agrícolas y labores de limpieza.
Es evidente que el comportamiento de las personas es fundamental para poder prevenir los contagios por hantavirus, siendo importante que las personas se encuentren correctamente entrenadas y capacitadas para eliminar todas las posibles fuentes de contagio. En este contexto, la Universidad de Panamá realizó un estudio que reportó la validez y confiabilidades de un cuestionario para medir las actividades o conductas que las personas pertenecientes a una comunidad endémica realizaban para prevenir los contagios de hantavirus.
Diseño y validación de un cuestionario para medir prácticas preventivas de hantavirus en una comunidad endémica. Disponible en: https://rpmesp.ins.gob.pe/rpmesp/article/view/9740
