La gonorrea es una infección de transmisión sexual (ITS) que se manifiesta como uretritis en los hombres y cervicitis mucopurulenta en las mujeres, con complicaciones que incluyen enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico e infertilidad, así como una mayor transmisión del VIH y conjuntivitis gonocócica que puede producir ceguera en el recién nacido.
Esto debido a que en el mundo se evidencia resistencia extendida a antibióticos como: penicilina, tetraciclina y ciprofloxacino; así como, incremento de la resistencia a azitromicina, según el programa mundial de vigilancia de antimicrobianos para la gonorrea de la Organización Mundial de la Salud, entre los años 2009-2014.
En el Perú, un reporte de evaluación de resistencia de cepas aisladas en varias regiones durante el periodo 1998-1999 evidenciaba 100% de sensibilidad a antibióticos como: ciprofloxacino, espectinomicina, ceftriaxona y cefotaxima. Posteriormente, el análisis de microbio aislado en grupos de población de riesgo para Infección de Transmisión Sexual de gonorrea durante el periodo 2010-2013 evidenció 23% de resistencia a ciprofloxacino.
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