Probablemente en estos últimos años, noticias sobre enfermedades causadas por virus como COVID-19, gripe aviar o viruela del mono captan más la atención del público en general. Sin embargo, de entre todos ellos, hubo un virus que causó un gran impacto a nivel mundial, y aunque parezca, no ha desaparecido. Estamos hablando del VIH (Virus de la inmunodeficiencia humana).
En 1981, médicos en Estados Unidos y Francia empezaron a observar casos de personas con sistemas inmunitarios debilitados y sin explicación aparente. El mundo se enfrentaba a una enfermedad desconocida (Para más detalles sobre la aparición del VIH, les recomendamos la siguiente película).
A partir de ese momento el VIH ha sido responsable de una pandemia global (Se estima que aproximadamente 38 millones de personas en todo el mundo viven con el VIH, con la mayoría de los casos en África subsahariana). Además, se trasmite principalmente a través del contacto sexual sin protección, el uso compartido de agujas contaminadas y la transmisión de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Aunque no existe cura para el VIH, hay tratamientos que pueden controlar la replicación del virus y mejorar la calidad de vida de las personas infectadas. Estos tratamientos incluyen medicamentos antirretrovirales que deben tomarse de forma regular y consistente para mantener el virus bajo control. La infección por el VIH puede ser asintomática durante muchos años, pero cuando el sistema inmunológico se debilita significativamente, la persona desarrolla el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). El SIDA es la etapa más avanzada de la infección por el VIH y se caracteriza por una disminución grave de la cantidad de células del sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones y de morir.
Uno de los problemas asociados con el VIH es el sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer que se presenta en los vasos sanguíneos y linfáticos y que puede afectar a la piel, los órganos internos y los tejidos blandos del cuerpo. El sarcoma de Kaposi se presenta principalmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados (como en personas con VIH) o personas que han recibido trasplantes de órganos. También se ha observado en personas que toman ciertos medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo de un trasplante de órganos.
Aunque el VIH y el sarcoma de Kaposi son enfermedades graves, gracias a los avances en la medicina y la tecnología, hoy en día es posible controlar el virus y mejorar significativamente la calidad de vida de las personas infectadas.
En Perú, son pocos los registros detallados del sarcoma en personas con VIH. Por ello, un equipo de médicos del Instituto de Medicina Tropical “Alexander von Humboldt” decidió revisar dieciocho años de registros clínicos de pacientes con VIH atendidos en el hospital Cayetano Heredia (El artículo completo se puede leer aquí).
Los resultados del estudio esclarecen algunas incógnitas sobre el VIH. Por ejemplo, se encontró que el sarcoma era más común en varones homosexuales (~90%), en aquellos con defensas más débiles (~70%) y, curiosamente, en aquellos cuyo diagnóstico de VIH era menor a un año (~65%).
Durante el momento más fuerte de la pandemia de VIH, la población de varones homosexuales fue una de las más afectadas. De hecho, la repercusión sobre como esta población tuvo que afrontar la enfermedad y el rechazo de la gente se ha visto expresada en varios ámbitos, incluyendo el del teatro, el cine y la televisión. Las películas Filadelfia de 1993 y Un corazón normal de 2014, reflejan muy bien la lucha por los derechos de la comunidad homosexual en esas épocas
Es importante sensibilizar a las personas sobre este tipo de enfermedad. Aun muchas personas tienen una actividad negativa que se refleja en discriminación hacia las personas con VIH. La persona con VIH que se siente discriminada tiende a tener síntomas depresivos y, muchas veces, deja de tomar su medicación. Esta es una de las principales causas para desarrollar una complicación como el sarcoma.
Es importante seguir investigando y desarrollando nuevas opciones de tratamiento para el VIH y el Sarcoma de Kaposi, con el objetivo de hacerlas más seguras y accesibles para todos. Esto incluye la investigación de nuevas terapias y medicamentos, así como la mejora de la eficiencia y la accesibilidad de los tratamientos existentes. Además, es importante continuar promoviendo la prevención del VIH, especialmente entre los grupos más vulnerables, como los trabajadores del sexo, los usuarios de drogas inyectables y los hombres que tienen sexo con hombres.
Sarcoma de Kaposi en personas que viven con VIH-SIDA en un hospital público de referencia en Perú. Disponible en: https://rpmesp.ins.gob.pe/index.php/rpmesp/article/view/10883/5108
