El virus del Zika se transmite primordialmente por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, así como por vía sexual y de madre a recién nacido durante el embarazo.
Una vez infectado por este virus podrían suceder dos cosas: que sea asintomático (sucede en el gran número de casos) y que presente algunos síntomas como: malestar general, fiebre, conjuntivitis, cefalea, dolores musculares entre otros.
Si la infección se produce durante el embarazo podría causar graves consecuencias para el feto como microcefalia (entre el 4 a 6%, donde el bebé nace con una cabeza más pequeña de lo normal) u otras malformaciones congénitas, parto prematuro o aborto espontáneo. Alrededor del 47% de los niños comprometidos al virus podrían tener anomalías en el neurodesarrollo como problemas neurológicos, trastornos del aprendizaje; defectos a nivel auditivo, vista, motor.
La evidencia registra la falta de trabajos publicados con respecto al estudio de los niños infectados durante el embarazo por este virus, a lo largo de su desarrollo.
En algunos casos el virus del Zika produce desenlaces adversos para el desarrollo del sistema nervioso. Para conocer más al respecto se realizó el estudio “Evaluación del neurodesarrollo en niños con exposición intrauterina al virus del Zika: estudio observacional transversal” entre julio y octubre del 2019 en Colombia, en el que participaron 30 niños; donde se describe el desarrollo en su razonar, pensar, aprender, recordar, de adaptación, comunicación, social y motor a través de la evaluación del neurodesarrollo con la escala de Battelle a los tres años después del nacimiento.
La mayor parte de los participantes fueron del sexo masculino con promedio de edad de 37,5 meses. El 13,3% fueron prematuros y el 6,7% presentó microcefalia. Este estudio refiere que en promedio los niños tenían una edad cronológica inferior a su edad cronológica actual, dificultades para su control motor grueso y fino, ser independientes y asumir responsabilidades. Sin embargo; el neurodesarrollo es multicausal y complejo donde interactúan no sólo aspectos biológicos sino también socioculturales. Siendo esto una limitación en este estudio ya que se desconocen algunas de estas características.
Pero es importante señalar que un diagnóstico temprano de este virus en la mujer embarazada permitirá una intervención temprana.
Asimismo, se recomienda a las gestantes el uso de repelentes de insectos, el cubrir con ropa la mayor parte del cuerpo y el uso de mosquiteros para dormir en lugares expuestos al virus del Zika.
Si desea conocer más sobre este tema lo invitamos a leer el artículo titulado:
EVALUACIÓN DEL NEURODESARROLLO EN NIÑOS CON EXPOSICIÓN INTRAUTERINA AL VIRUS DEL ZIKA: ESTUDIO OBSERVACIONAL TRANSVERSAL
Disponible en: https://rpmesp.ins.gob.pe/index.php/rpmesp/article/view/12880/5420
