Ecuador emitió un reglamento que establece que todo alimento procesado debe presentar una etiqueta, denominada semáforo nutricional, la cual contiene barras horizontales de color rojo, amarillo y verde, que representan concentraciones altas, medias o bajas de azúcares, grasas totales y sal en forma de sodio.
Para analizar la comprensión y prácticas sobre el semáforo nutricional de los consumidores ecuatorianos, se realizaron grupos focales y entrevistas a profundidad.
Los participantes mostraron amplio conocimiento y comprensión por la similitud con el semáforo vial. Relacionaron el color rojo con “alerta”, el amarillo con precaución y el verde con contenidos bajos de grasas, azúcar o sal. Sin embargo, al momento de decidir la compra de un producto, se inclinaron más por el sabor, marca o accesibilidad que por la información de la etiqueta.
Los participantes no pudieron interpretar la información contenida en la etiqueta de “Consumo Diario Recomendado” que brinda la cantidad de calorías, grasas saturadas, sal y azúcares que aporta una ración de alimento o bebida con respecto a las necesidades diarias, los consumidores reportaron que la etiqueta es complicada y difícil de leer.
De acuerdo a los resultados, el diseño de la etiqueta ecuatoriana es eficaz en la transmisión de información y es de fácil comprensión; pero no es suficiente para lograr impacto en la elección de alimentos saludables. Para lograr ese objetivo se deben adoptar medidas complementarias como la regulación de la publicidad, en especial de los productos procesados dirigidos a niños; la adopción del semáforo nutricional por parte la industria y la promoción del consumo de alimentos saludables.
Puede acceder a la presente investigación en el siguiente enlace: Artículo completo.
